A muchos les pareció anacrónico que Rafael Pardo le reclamara en el encuentro de candidatos del Canal Caracol a Juan Manuel Santos, si él creyó que el rumor que echaron a rodar hace 4 años tenía alguna base cierta. Ante la susceptibilidad de Santos para responder, Pardo ironizó “entonces la victima fue usted…” pues por extraño que suene, en este caso, la única persona castigada fue Isis Duran, la periodista de RCN que había trabajado antes en Casa de Nariño y fue contactada desde allí, para informarle que Santos iba a hacer una revelación en una rueda de prensa, según narró Daniel Coronell en Semana; fue a raíz de esa llamada que ella buscó a Santos antes de la rueda de prensa y acordaron que ella preguntaría para que él lanzara el rumor sobre Pardo y Las Farc, que al poco tiempo hasta el presidente Uribe tuvo que desmontar, claro, después de haber afectado seriamente la imagen de Pardo. A la postre, la única persona que en la práctica sufrió las consecuencias, aparte de Pardo, fue la periodista, quien fue despedida del canal de TV, según informó el diario El Mundo de Medellín. Podriamos decir que fue un falso positivo laboral, sin pretender compararlo con la gravedad de estos asesinatos.
Menciono lo anterior, para darle contexto a lo ocurrido esta semana en el debate que presentaron CityTV y la W: el lunes en los astros dela Z, Ernesto Yamhure y otra persona entrevistaron al candidato Antanas Mockus y de esta entrevista surgieron rumores que la campaña de Santos se encargó de difundir, “qué Mockus admira a Chávez”, y el empleado por Santos en el debate que tuvo lugar en el canal del que hasta hace pocos días él fue accionista, “Mockus extraditaría al presidente Uribe”. Todo el país recibió la noticia de boca de Santos, y esta vez se valió de la repetición incesante en todos los medios para tomar la iniciativa en el debate y en la carrera por la presidencia; de paso logró objetivos útiles: reactivo la infiltración de Andrés Arias en la campaña de Noemí, que esta vez vistieron de “reconciliación” y de paso pidieron la cabeza de Juan Gabriel Uribe, actual jefe de debate de la campaña, para poder “defender entre todos” al presidente Uribe de los ataques del apátrida de Mockus, pues a pesar de haber aceptado la aclaración de este en el debate, Santos siguió como si nada, con todo y que el profesor le señalaba en privado que las palabras de Santos no eran ciertas, como lo cuenta El Tiempo en el “detrás de cámaras” del debate.
A lo largo del día, se hicieron notar las expresiones de duda y rechazo hacia Mockus, por las supuestas opiniones expresadas, que se daban por ciertas. Para acabar con las especulaciones, Aquí puede encontrar usted el audio de la “entrevista” en la que Yamhure -conocido por su vinculación con Carlos Castaño, según el testimonio de desmovilizados como alias “El Aleman”- y su compañero de micrófono hablan más que Mockus e inducen sus respuestas, con jerga jurídica. Apreciado lector, lo invito a que escuche usted mismo la “entrevista” y saque sus propias conclusiones, sin la intermediación de Santos, ni de sus Hooligans.
El ataque se cae por su propio peso, con las tres últimas palabras de Mockus en la “entrevista”: “preferiría no extraditarlo”.
A poco más de un mes antes de elegir presidente, es oportuno reflexionar acerca del tono que ha tenido esta contienda, que se había mantenido en términos de respeto por las personas, incluso en los momentos de confrontación, protagonizados principalmente por Pardo, siendo por momentos fuertes con los argumentos pero respetuosos con las personas. Hasta el cuando las encuestas anunciaron el crecimiento de Mockus y su Ola Verde, hecho que provocó un cambio de actitud por parte de la campaña de Santos y algunos conservadores, quienes a diferencia del PDA, que ha sido crítico desde su ideología, parecen autorizar a sus simpatizantes a la agresión y la provocación, al soez estilo de Andrés Árias, hecho que desafortunadamente ha sido respondido en términos similares por algunos partidarios de Mockus, desviando la atención de los temas y conceptos que la ciudadanía necesita recibir de los candidatos, para tomar una decisión informada y consciente, que no sea producto del acaloramiento.
Resulta pertinente la pregunta formulada, acerca de Santos, a la revista Semana, por el asesor J.J. Rendón: ¿Cómo se vuelve el candidato del posconflicto siendo el ministro del conflicto? Seguramente eso no se logra mediante el desprestigio de su contrincante. Por el contrario se le puede convertir en un boomerang.
